Octubre 2019 – To Be The Greatest Fool Ever: el nuevo mandato de los bancos centrales

Estamos en uno de esos momentos en los que los sentimientos nos pueden jugar una mala pasada. Estamos en el polo opuesto a diciembre de 2018, cuando todo era negativo y pesimista (y las valoraciones muy bajas). En octubre de 2019 estamos en la situación contraria, todo es positivo y el optimismo es contagioso (igual que el miedo). Los mismos riesgos parecen menos preocupantes y, en caso de que aparezcan, los bancos centrales están ahí para salvar a los inversores. Es el mundo ideal para los activos de riesgo: mucha liquidez, políticas acomodaticias y ni atisbo de inflación… un escenario anómalo al que enseguida se busca una explicación suficientemente compleja como para no poderla contrastar con datos reales. Entre otras justificaciones está la tecnología disruptiva que hace caer los precios, los retrocesos en globalización que reducen el crecimiento, o el todavía más etéreo concepto de «japonización» de Europa.

A menudo la explicación más sencilla es la más acertada. Los bancos centrales han abierto el grifo mucho más que en cualquier época anterior y han abandonado toda ortodoxia financiera que permita contener la creación de burbujas. Los desequilibrios de oferta y demanda  industrial y de consumo se han solucionado incrementando la oferta monetaria y la demanda de activos financieros (acciones y deuda) llevando al extremo la teoría «The Greater Fool Theory», que viene a justificar la compra de activos a cualquier precio si se lo puedes vender más caro a alguien más «Fool» que tú. En este caso los bancos centrales se han comprometido a ser más «Fool» que nadie y a comprar sin mirar el precio mientras no haya inflación. El dato de inflación recoge con bastante retraso las subidas de precios que se producen en materias primas o fases tempranas del proceso productivo cuando los empresarios absorben la subida de costes en sus márgenes por falta de demanda. Sin embargo, cuando la demanda repunta, las empresas se sienten más confiadas para subir precios y el dato de inflación se dispara, el mercado sobrerreacciona y se produce un desajuste entre demanda y oferta que puede acabar en crisis.

Más allá de buscar una justificación a si el mercado está caro o barato, lo que sí demuestra la historia es que el ser humano se deja llevar por la euforia o el miedo más allá de lo que dicta la razón, y que todo exceso anterior siempre se apoya en una explicación lógica y digerible por el intelecto humano. Los factores como sentimiento de mercado, flujos de inversión o momentum de mercado vuelven a alcanzar niveles extremos no apoyados en fundamentales.

Algunos datos que apuntan a exceso de optimismo a 04/11/2019:

  • Compra de coberturas con fines de protección de cartera en mínimos (Ratio Put/Call: 0,64)
  • Exceso de subida de índices sobre la media de 200 sesiones (S&P 500: 6,57%;  Eurostoxx 50: 7,42%). Es la tercera vez que se llega a estas diferencias en ambos índices desde enero de 2017. En las 2 veces anteriores, se han producido caídas de más del 5% en bolsa en las semanas posteriores
  • % de acciones por encima de su media móvil de 250 sesiones (S&P 500: 77,82%; Eurostoxx 50: 92%)
  • Volatilidad del SPX (Vix): 12,83
  • Dudas en la ruptura de resistencias en SPX, Nasdaq y Eurostoxx

Situación de mercado

Estamos en una fase tardía del ciclo económico, con activos defensivos en zona de burbuja pero con industrias concretas en expansión apoyadas en sólidas tendencias macro.

Estrategia

Compra selectiva de compañías con crecimiento esperado superior al mercado, venta de activos defensivos e índices sobrevalorados y compra de volatilidad a largo plazo. Compra de USD vs EUR.

Venta del bono Alemán y de EEUU a 10 años, ganando cuando sube el yield.